La mamografía y la ecografía mamaria son dos exámenes complementarios que, al combinarse, permiten valorar mejor el estado de las mamas.
Es frecuente que se solicite una ecografía mamaria después de una mamografía o que ambos estudios se indiquen juntos. De todos modos, la mamografía siempre debe realizarse primero, ya que es el método inicial para comenzar la exploración de la mama.
Cada estudio se fundamenta en diferentes principios y métodos técnicos, por lo tanto, las imágenes obtenidas aportan datos que se complementan entre sí. Para realizar la mamografía se utiliza radiación ionizante (rayos X) en bajas dosis, mientras que para la ecografía mamaria se usan ondas de ultrasonido.
Un examen no reemplaza al otro y, de acuerdo con la indicación médica, pueden realizarse juntos una vez al año o con la frecuencia que sea más apropiada para cada paciente.
Está demostrado que la mamografía anual reduce la mortalidad debido a cáncer de mama al permitir el hallazgo de tumores de pequeño tamaño, incluso no palpables.
La mamografía está indicada una a partir de los 35 años y luego de los 40 años una vez por año, como método de screening (tamizaje) o pesquisa de cáncer de mama.
¿Qué detecta la mamografía que no detecta la ecografía?
La mamografía detecta y caracteriza microcalcificaciones agrupadas no asociadas a nódulos y/o algunos nódulos y distorsiones tisulares no identificables por ecografía.
También permite realizar y guiar punciones-biopsias de las lesiones no visibles por ecografía.
¿Por qué una ecografía después de la mamografía?
Porque es un método complementario, no es un método de screening (tamizaje). Permite diferenciar la naturaleza sólida/líquida de los nódulos descriptos en la mamografía.
Se puede realizar en pacientes de cualquier edad, con implantes de silicona y también en mujeres embarazadas o en período de lactancia.
La ecografía mamaria se indica especialmente en pacientes menores de 40 años y también para mamas densas, ya que es cuando disminuye el rendimiento de la mamografía.
La ecografía combinada con la mamografía mejora la detección de lesiones sospechosas de manera precoz. Pueden indicarse cuando existen factores de riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de mama.
Conclusiones
En síntesis, en base a los principios técnicos de cada estudio, la mamografía y la ecografía mamaria informan características del tejido mamario que son muy útiles para aclarar dudas sobre la naturaleza de una lesión y cuándo puede ser necesaria una biopsia para confirmar una sospecha.
El objetivo principal es la detección temprana del cáncer de mama.